LA SALUD DENTAL

Foto: de izquierda a derecha. 1.Los productos masticables para roer, bien presentados en forma de lámina o de hueso.2.Soluciones orales para el agua de bebida.3.Cepillo y pasta de diente especial para perros.

El cuidado y la salud dental de nuestras mascotas.


A mi perro le huele muy mal el aliento.

Esta frase es muy frecuente en la consulta veterinaria. Es un hecho fácil de comprobar. Te aproximas a la cara del perro y en cuanto abre las fauces, aún más si jadea, el hedor que sale tira de espaldas. ¿Le dejamos que nos de un lametón?


¿Y por qué le huele la boca así?

Las causas de este mal aliento o halitosis son varias, pero en este artículo nos centraremos en el mal aliento causado por la acumulación de sarro en los dientes. Un hecho que es más frecuente en las razas pequeñas pero que también podemos observar en las razas grandes y gigantes.

El sarro es un conjunto de restos de comida, sales minerales de la saliva y gérmenes que se deposita sobre la superficie de los dientes:
- Los gérmenes eliminan sustancias que irritan, corroen y debilitan el esmalte dental e inflaman las encías, las cuales sangrarán con facilidad.
- Las sales minerales de la saliva consiguen que ese material depositado entre los dientes se mineralice y por tanto se endurezca.

La fermentación de los gérmenes de la boca sobre esos residuos de alimentos es la responsable de ese aliento fétido en nuestra mascota.

El sarro es fácil de reconocer, es un depósito áspero sobre los dientes, de color amarillo, pardo e incluso verdoso. Y no se desprende cuando lo cepillamos.


Las consecuencias del depósito de sarro en los dientes son varias y no solo nos ha de preocupar el mal aliento:
- Las encías debilitadas son más sensibles a infecciones bucales (aparecen las molestas y dolorosas llagas, gingivitis, etc). Sangran al menor roce, incluso cuando el animal come alimentos duros.
- Pérdida de piezas dentales.
- Dolor!! Por la irritación de las encías, por las piezas que se están desprendiendo, por la infección asociada…Esto hace que nuestro animal sienta muchas molestias en la boca, lo que altera su apetito e incluso puede afectar a su carácter tornándole más agresivo (os imagináis un perpetuo dolor de muelas?!)
- Los gérmenes de la boca pueden diseminarse a otros órganos como articulaciones, el corazón, el hígado o los riñones. De hecho, está demostrado que un mayor número de gérmenes en la boca, y no un tipo concreto de ellos, se asocia con un mayor riesgo de ataques cardíacos en las personas. En los perros, estos gérmenes colonizan las válvulas cardiacas deteriorándolas.


Causas que favorecen el acúmulo de sarro:

- los “picoteos” porque alteran el pH de la boca y además favorecen la obesidad.
- una dieta blanda incorrecta.
- carencia total de higiene dental.


Inspección oral

Es aconsejable que, al menos una vez al año, se realice una correcta inspección de la cavidad oral. En ese examen se pueden observar:
- persistencia de dientes de leche
- falta de dientes
- alteraciones de la calidad del diente: hipoplasia de esmalte, etc
- fracturas de dientes, caries, cuerpos extraños encajados entre los dientes.
- Sarro dental
- Patologías orales como gingivitis, periodontitis, etc.


¿Qué puedo hacer para que mi perro no desarrolle esa placa dental o sarro?

-1. La boca ya dispone de mecanismos autolimpiadores: que son la saliva, los movimientos de la lengua y la propia ingestión de comidas. Por ello, son aconsejables:
- Las dietas duras a base alimento equilibrado seco.
- Facilitar un hueso grande (que no pueda romper) o "huesos" de cuero prensado o los snack caninos diseñados para este fin. La idea es que el perro tiene que masticar, usar su dentadura. Los productos para roer pueden venir presentados bien en forma de lámina (Limpiador dental de Bayer) o en forma de hueso u otras figuras. Estos productos además tienen efecto saciante y pueden ser útiles en los programas de pérdida de peso de nuestras mascotas caninas.
- 2. Limpieza de dientes con pastas dentífricas especiales para perros, aplicada con un cepillo de dientes pequeño y de cerdas suaves. El inconveniente reside en es preciso un adiestramiento de la mascota y mucha paciencia, pero se consigue que el cachorro se acostumbre a partir de los 6 meses de edad, siendo suficiente como preventivo el cepillado 3 veces a la semana (aunque lo ideal es el cepillado diario). Otro inconveniente añadido es nuestra habitual falta de tiempo o lo insidioso de la rutina. En el mercado también existen líquidos de enjuague bucal que se administran en el agua de bebida (Vetaquadent de los laboratorios Virbac). Estos líquidos orales se añaden al agua habitual de bebida de tal forma que el perro se está enjuagando la boca con un desinfectante suave cada vez que bebe agua.
- 3.Visita regular al veterinario para un control periódico, que incluya la exploración física de la cavidad bucal. Una visita anual suele ser suficiente en perros jóvenes y en los adultos tal vez sean precisos dos reconocimientos anuales.
4.Eliminación del sarro dental bajo sedación y/o anestesia, cuando sea necesario. Siempre es mejor realizar una limpieza rutinaria bajo sedación superficial que tener que realizar intervenciones para extraer piezas dañadas que son irrecuperables. Del mismo modo, es mejor una buena medicina preventiva que evite el deterioro de la boca.






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