Perros muy nerviosos.
PERROS MUY NERVIOSOS O EXCITADOS
Un perro excitable se muestra permanentemente alerta,
impaciente, hiperactivo, no se inhibe ante nada, son arriesgados, temerarios.
Suelen ser animales “duros de mollera”. Es decir, su sensibilidad es dura, son obstinados
y excesivamente entusiastas a la hora de iniciar una tarea o pasar a la acción
tras una orden.
Con el tiempo, son animales que acaban siguiendo sus propias
necesidades antes que las órdenes que se le dictan, acabando por lo general por
despreocuparse por las normas.
La excitabilidad excesiva acaba habitualmente en frustración
por parte del perro, cuyo estado de hiperactividad agota a su propietario. Y
esa frustración produce una mayor incidencia de conductas agresivas.
Hay que diferenciar el hiperexcitabilidad, característica
completamente indeseable en una mascota, de la tensión energética.
La tensión energética es muy valorada en determinadas razas
de trabajo, indica una disposición absoluta por parte de la mascota para
atender y ejecutar los comandos u órdenes que se le dictan. Es un animal alerta
y atento.
Por otro lado, la hiperexcitabilidad, que se encuentra
próxima a la tensión energética, nos la ofrece un animal con inestabilidad
emocional, ansioso, con dificultades de autocontrol así como para comprender y
acatar las órdenes.
Un cachorro con alta tasa de excitabilidad complica mucho la
existencia de la familia con la que convive.
Existen dos tipos de excitabilidades:
-
1.- La que se aprecia en cachorros
-
2.- La que se aprecia en adultos.
Cachorros
Son animales muy movidos e inquietos, pero según van
creciendo van madurando, se serenan y acaban normalizándose.
Son cachorros más difíciles de educar, pero no tiene nada
que ver con un trastorno de excitabilidad excesiva aunque puede ser la antesala
de ésta si el cachorro no es redirigido de la manera adecuada. Es decir, un cachorro excitable bien dirigido
acabará siendo un adulto con el que será fácil convivir. Mientras que un
cachorro excitable que no es bien dirigido acabará siendo un adulto insufrible
que pondrá a todos los miembros de la familia en un estado de tensión
constante.
El tener un cachorro más movido o inquieto de lo normal
tiene múltiples causas:
-
Ambientes familiares caóticos, con disciplinas
inconsistentes, órdenes contradictorias, etc.
-
Alteraciones neurológicas (bien sean congénitas
o adquiridas) que producen dificultad a la hora de concentrarse y una respuesta
desproporcionada entre lo que percibe el cerebro del perro y la respuesta que
éste emite.
-
Estímulos ambientales excesivos (luz, ruidos,
calor, etc) hacen que el animal no responde ante un estímulo intenso y que,
paradóficamente, emita una respuesta excesiva ante una pequeña estimulación.
Adultos
Es la excitabilidad más preocupante, puede que haya
comenzado ya en la etapa de cachorro, pero este estado de hiperexcitación se
hace más patente durante la etapa juvenil y acaba instaurado permanentemente en
la fase adulta.
Estaríamos ante una especie de “fuego interior” excesivo,
inagotable, que incapacita al animal para la convivencia con la familia.
¿Qué podemos hacer cuando nos enfrentamos a un perro con
trastorno de hiperexcitabilidad?
Ante todo, hay que tener en cuenta que el éxito de la
terapia es mucho mayor en cachorros que en adultos. En muchas ocasiones, cuando
se trata de abordar esta alteración con el perro en fase adulta los resultados
son pobres y solo nos queda reubicar al animal.
No obstante, no hay que tirar la toalla!, puesto que con algunas
pautas determinados animales pueden ser mejorados notablemente o, al menos,
podremos detener la evolución de la hiperexcitabilidad.
1.- Lo primero es evaluar la
tendencia del perro a morder.
Los
perros hiperexcitados tienden a las agresiones en forma de dentelladas
nerviosas. Son unos toques rápidos, de poca fuerza, como pellizcos. El animal quiere iniciar una acción tras otra,
sin orden ni sosiego, lógicamente el propietario no puede atender esas
exigencias de acción tan imperiosas y desbordadas y rechaza al animal, el cual
responde con dentelladas rápidas para “provocar” la respuesta por parte del
propietario.
Es imprescindible detener o impedir estos ataques, ya que si
no se hace así el animal asociará la reacción agresiva con la resolución de la
ansiedad o frustración que siente y acabará mordiendo sin necesidad de un
motivo. Sencillamente, morderá por la satisfacción de morder.
2.- La vida del animal ha de
ser ordenada y rutinaria.
El
perro ha de conocer en cada momento lo que debe de hacer y lo que se va a
hacer. Los ambientes caóticos en el seno de una familia espolean el
comportamiento excitable. Es fundamental que al animal se le imponga una rutina
a la hora de los paseos, comidas, etc, tanto en los horarios como en la
duración de esos periodos.
Curiosamente, los perros excesivamente excitables suelen
provenir de familias con poca disciplina sobre el animal, o cuando la
disciplina que recibe por parte de cada uno de los miembros de la familia es
incongruente o contradictoria. Estos animales se calman tras pasar unos días de
estancia en una residencia canina.
La modificación por tanto del ambiente es un factor
fundamental. Un perro con tendencia a la excitación que no sabe lo que va a
pasar a lo largo del día (no hay horarios, no hay rutinas, no hay disciplina o
cada componente de la familia marca la suya propia) se muestra mucho más
ansioso que aquel que conoce de antemano lo que va a suceder.
3.- La disciplina impuesta
sobre este tipo de animales ha de ser corta y firme.
Será corta para que el animal la comprenda con claridad y
firme para que no le quepan dudas. Como ya se ha mencionado un animal
hiperexcitado tiende a no obedecer las normas y a cumplir solo las suyas.
4.- Inculcar una buena
resistencia a la monotonía.
Si el perro no es capaz de soportar la monotonía acabará por
ser un animal insoportable por agobiante. Para ello, es recomendable la
educación mediante jaula, perrera o habitación en donde se pueda recluir al
perro por periodos para que vaya ejercitando su resistencia a la monotonía.
Es básico que TODOS los miembros de la familia que convive
con este tipo de animales sea congruente en las órdenes, tiene que haber un
frente común, de lo contrario el animal no solo no va a mejorar sino que
empeorará.
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