RECOGER LAS HECES DE NUESTROS PERROS Y GATOS.
Muchas son las razones para recoger las deposiciones de
nuestras mascotas: por respeto a los demás viandantes, por pura higiene, para
evitar olores, impedir la proliferación de insectos, etc.
Ahora hay un motivo más. Se ha realizado recientemente un
estudio en las universidades de Cleveland y Detroit sobre la calidad del aire
que respiramos. Dicho estudio (realizado en 100 muestras de aire ambiental en
los meses de verano e invierno) nos ha revelado una desagradable sorpresa y es
que ese aire que se respira contiene bacterias fecales caninas en suspensión.
Ante semejante descubrimiento, los científicos implicados en
el citado estudio han llegado a la conclusión de que las heces que quedan en
las calles y aceras podrían ser el origen de esas bacterias detectadas en el
aire que respiramos, aunque van a continuar investigando para poder obtener
conclusiones claras y precisas.
A la luz de estos datos, tenemos que considerar que cuando
paseamos por un parque o senda o camino, plagado de esas “minas antipersonas”
que son las deposiciones de perro no recogidas, no solo hay que prestar
atención para no pisarlas y llevarnos heces y parásitos fecales a nuestra casa,
sino que el aire de esa zona se encuentra cargado de bacterias fecales canina
que acabarán en nuestros pulmones (a día de hoy se desconoce la repercusión
real de este hecho).
Seamos un poquito más conscientes de lo que nuestro perro va
dejando cuando le sacamos a pasear. No cuesta nada recogerlo con una bolsa, un
papel, lo que sea, y depositarlo en una papelera, cubo de basura e incluso el
imbornal de una alcantarilla. Nuestra calle estará limpia y…nuestros pulmones
también.
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