Un bebé llega a nuestra casa.


CUANDO LLEGA UN NUEVO BEBÉ A CASA (presentación del bebé a nuestra mascota).


Si este artículo te resulta necesario… Enhorabuena por tu futuro bebé!!!.

Antes de adentrarnos en materia es muy importante recordar:

NUNCA se debe dejar a un bebé, o a un niño, solo con un animal; hasta la mejor de las mascotas es capaz de lastimarlos, intencionada o inintencionadamente. SUPERVISAR DE CERCA A LOS ANIMALES Y A LOS NIÑOS CUANDO ESTÉN JUNTOS.

Bien, ahora nos metemos en faena. Aquí os marcamos algunas recomendaciones útiles para facilitar la adaptación de nuestra mascota a la llegada el bebé.

-Un bebé en casa va a suponer nuevos ritmos y horarios. Puede que con un poco de organización tengamos tiempo para todo, pero es posible que ya no dispongamos de los mismos momentos que antes para estar con nuestro perro o gato. En esta situación nuestra mascota puede sentirse desplazada o incómoda, e incluso puede desarrollar comportamientos anómalos (y a veces desagradables) para llamar nuestra atención. Para evitarlo intentaremos, antes de la llegada del bebé, pasar menos tiempo con nuestra mascota de manera gradual con el fin de favorecer su adaptación a estos nuevos horarios y rutinas.
Ojo!, pasar menos tiempo no es sinónimo de dejarla desatendida, sino que hay que habituarla a que nuestras sesiones de juegos e interacción con ella no serán tan largas y/o frecuentes como antes y eso no tiene por qué ser un problema si se hace bien.
También es aconsejable reforzar ciertos aspectos de la educación de la mascota como:
- Que se sienta tranquila cuando se la envía a su lugar de descanso (es muy importante reforzar los ejercicios encaminados a fomentar y premiar el comportamiento tranquilo de nuestra mascota).
- Enseñarle a no subirse a los muebles (entre ellos la cuna y cochecitos del bebé).
- Enseñarle a mantenerse tranquila durante la noche para no interrumpir el sueño (no solo del bebé, sino también el de los papis que seguramente necesiten descarsar…)

- Enseñarle a la mascota los sonidos de un bebé (por desgracia, en los primeros meses de vida van a ser llantos). Una fuente para estos sonidos se puede encontrar en www.soundsscary.com, Soothing rounds CD, allí podéis encontrar los sonidos más típicos de un bebé. Estos sonidos se exponen, con volumen bajo, durante sesiones de 10 a 15 minutos, varias veces al día. Es aconsejable que sea durante la exposición de estos sonidos, cuando se realicen los ejercicios de obediencia con nuestra mascota, sin olvidarnos de recompensar claramente el buen comportamiento. En las sesiones siguientes se irá aumentado el volumen de los sonidos del bebé, hasta llegar a lo que sería el volumen real del llanto.
Si el perro muestra agitación en cualquier momento cuando subimos el volumen, se vuelve a bajar y reiniciamos el proceso más lentamente.

- Acostumbrar a la mascota a los olores de los nuevos objetos y muebles del bebé.

- Puesto que nuestro bebé tenderá a tirar del pelo y de las orejas de nuestra
mascota, otro punto a reforzar sería el acostumbrarla precisamente a eso. Empezaremos con suaves tirones del pelo y/o orejas y recompensar por su buen comportamiento mediante golosinas o caricias. El nivel máximo de estos “tirones” sería el equivalente al que podría realizar el niño en un futuro. Antes de empezar estos ejercicios es importante asegurarse del buen estado y salud de las orejas de nuestra mascota. A nadie le gusta que le tiren de las orejas si le duelen por una otitis.

- No dejar que la mascota se meta en la cuna ni que se meta en los lugares en los que dormirá el bebé. No solo por una cuestión de higiene, sino también para permitir a la mascota que se adapte a los roles familiares.

- Una vez que haya nacido el bebé: llevar a casa alguna ropa que el niñ@ haya usado en el hospital, para que la mascota lo huela.

Al entrar por primera vez con el bebé en la casa:
- Otra persona debe de estar sosteniéndolo para que se le permita a los dueños saludar a su mascota.
- Una vez todos calmados, se presenta el bebé a la mascota. Sin son varias se hará de una por vez, no a todas a la vez. El animal estará correctamente controlado durante la presentación (si es preciso se colocarán collares o bozales).
- La presentación: una persona sostiene al bebé sentada en una silla, mientras, otra supervisa el comportamiento de la mascota. Ante cualquier signo de agresividad o conducta no agresiva pero indeseable (como sería el intentar subirse sobre el bebé), se interrumpirá inmediatamente toda interacción. Si el comportamiento es agresivo hacia el bebé será preciso el asesoramiento por un etólogo a la mayor brevedad posible. Si el comportamiento no es agresivo pero tampoco es el deseable, se solicitará del perro una actividad alternativa, como presentarse, sentarse, tumbarse, etc. Las conductas aceptables se recompensan, por supuesto!.

Para los perros o gatos muy nerviosos o ansiosos, es recomendable el uso de feromonas calmantes, que se colocarán dos semanas antes de la llegada del bebé. Estos productos se presentan bien en forma de collar o bien en forma de difusores eléctricos.


Es frecuente que, cuando llega un bebé a casa, los adultos ignoran a la mascota cuando el niño está activo y le prestan la atención mientras el niño duerme (a veces no hay tiempo para más!!!!). Sin querer, esto lo que consigue es enseñar al animal que el bebé es algo negativo porque le roba la atención y que la ausencia del bebé es buena porque le devuelve la atención robada. Este mensaje que el perro interpreta de esta manera es justo lo opuesto a lo que se le ha de transmitir. Por lo tanto, se debe prestar atención a la mascota mientras se tiene al bebé, cuando el bebé está presente. Y cuando el niño está durmiendo, se le ha de prestar menor atención a nuestra mascota.

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