AGRESIONES DE PERROS A LOS NIÑOS


Resumen extraído de un artículo publicado en la revista digital Argos de esta semana por María Villagrasa Ferrer.


En E.E.U.U., el lugar donde se hacen los estudios de población más variopintos, se ha realizado uno de los estudios más extensos y actuales sobre las agresiones de los perros a los niños. Dicho análisis ha sido dirigido y realizado por Vikram Durairaj, MD de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado y profesor asociado de Cirugía otorrino-oftalmológica y las conclusiones a las que ha llegado han sido de lo más contundentes.


- Los niños que no están vigilados tienen un mayor riesgo de ser mordidos por los perros.

- Los culpables, por lo general, son las mascotas de la familia.

- Si las mascotas de la familia han mordido una vez lo volverán a hacer y, en este caso, con mayor brutalidad que en la primera ocasión.


Vikram ha descubierto que los perros se suelen dirigir a la cara y ojos de los niños y que muy a menudo la raza agresora es considerada como "buena" para los niños. Vikram presentó su estudio el pasado mes de octubre en el Congreso Anual de la Academia Americana de Oftalmología. En este congreso, Vikram afirmó que "la gente suele pensar que el perro de la familia es inofensivo, pero no es así" y también añadió "hemos visto fracturas faciales alrededor de ojos, párpados y canal lagrimal e incluso daños en el globo ocular".


El hecho de que los mordiscos sean especialmente graves en los niños y sean en el rostro, es porque son pequeños y sus caras están al alcance de la boca del animal. La probabilidad de que un niño reciba un mordisco a lo largo de su vida es de un 50% siendo el 80% de esos mordiscos en la cara y en el cuello.


Según los Centers for Disease Control and Prevention, cerca de 4.5 millones de personas son mordidas por perros cada año y 885.000 requieren atención médica. Se estima que el coste total es de más de 250 millones de dólares.


Se estudiaron 537 niños que habían sido tratados por mordiscos de perro en la cara en The Children's Hospital on the University of Colorado's Anschutz Medical Campus entre 2003 y 2008. Del estudio se llegó a la conclusión de:

- El 68% de los mordiscos se produjeron en niños de 5 años o más jóvenes

- La mayor incidencia se registró en niños de 3 años.

- En la mayoría de los casos, el niño conoció al perro a través de la familia, un amigo o un vecino.

- Más de la mitad de las veces, el niño provocó al perro al acariciarlo de forma demasiado agresiva, asustarlo o pisarlo.


Los perros no pertenecían a razas normalmente asociadas con ataques. El estudio descubrió que:

- Los mestizos eran responsables del 23% de los mordiscos

- Los labradores retrievers del 13.7%.

- Rottweilers del 4.9%.

- Pastores alemanes del 4.4%.

- Goldens del 3%

Mencionar que este estudio no incluye la raza pitbull porque se realizó en el área de Denver, lugar en donde esta raza se encuentra prohibida.


Las conclusiones claras son que virtualmente todas las razas caninas pueden morder. La tendencia de un perro a morder está relacionada con la herencia, experiencias tempranas, socialización tardía y educación, salud y conducta de la víctima. Vikram remarcó que la familiaridad con un perro no es una protección frente a su ataque y que si el perro muerde una vez, es probable que lo haga de nuevo y con más brutalidad. "La primera vez que un perro muerde se debe sacar de casa".
Este no es un artículo para crear alarma social. No hay que mirar con malos ojos ni tenerle miedo a nuestra mascota, sea un pitbull o un caniche, ni siquiera al perro del vecino, ese que ladra tanto y parece tan malo. Sino para poder entender que:


Es responsabilidad de los padres reconocer las razas y las conductas agresivas de los perros y no dejar NUNCA a sus hijos sin vigilancia si hay un perro cerca, aunque sea el nuestro.


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