LA AGRESIVIDAD CANINA. PRIMERA PARTE.



AGRESIVIDAD CANINA HACIA LAS PERSONAS POR LA PROTECCIÓN DE UN RECURSO.

Los perros pueden llegar a proteger sus recursos (como la comida, los juguetes, su lugar favorito de descanso, etc) de una manera agresiva con las personas, tanto en contra de sus mismos propietarios como contra otras personal con las que contactan de manera ocasional.


Cuando un perro muestra agresividad a la hora de proteger un recurso, no se debe a una alteración o patología orgánica. En este caso lo que sucede es que el perro trata de proteger a toda costa los objetos, recursos o personas que considera de vital importancia como:

- la comida
- los juguetes
- lugar de descanso (su sillón favorito, rincón de una habitación, su cunita, etc.
- a la persona que él considera como su propietario.

La agresividad puede dirigirse tanto a las personas que le son conocidas (propietario y los miembros de la familia) como hacia personas desconocidas que interactúen o incluso no lleguen a interactuar con el perro.
Por ejemplo: el perro puede estar en un parque jugando con su juguete favorito (ya sea una pelota o un simple palo que acaba de descubrir), pero cuando se acerca una persona desconocida le gruñe, enseña los dientes o llega incluso a morder al intentar proteger su juguete (el perro cree que se lo van a robar).
Aparece con más frecuencia en machos que en hembras.

En la agresividad por protección de recursos también puede aparecer una agresividad por dominancia que desarrolla contra el propietario. Sin embargo, esta agresividad por dominancia se desarrolla exclusivamente en estos contextos concretos, con lo cual a veces se considera dentro de este apartado.
Cuando el perro además de proteger la comida, protege su cama o el lugar en el que duerme, sus juguetes, etc, no estamos ante un cuadro de agresividad por protección de recursos, ya que son demasiados los recursos que está intentando proteger. En este caso lo que tenemos es una agresividad por dominancia.
De todas formas, no podemos olvidar que si estamos ante un perro joven que está empezando a gruñir cuando se le toca la comida, un juguete o se le expulsa del sillón que acaba de ocupar, sí que tenemos un futuro “guerrillero”, firme candidato a desarrollar agresividad por dominancia.



CARACTERÍSTICAS DE LA AGRESIVIDAD POR DOMINANCIA

1.- La agresividad por protección de un recurso suele ocurrir con bastante frecuencia cuando nos acercamos al animal y está en posesión del recurso, si se lo vamos a quitar o cuando intentamos desplazar o sacar al perro de un sitio el que está descansando. Hay que tener presente que cuando el perro protege un recurso es porque tiene mucho valor para él.

2.- La agresividad no sólo se basa en morder, sino también en gruñir o enseñar los dientes.

3.- El lenguaje corporal que muestra el perro es ofensivo. Pero esto a veces no se cumple del todo, y en algunas situaciones podemos encontrar también un lenguaje defensivo (por miedo), lo que puede deberse a uno de estos dos motivos:
- Un condicionamiento: el perro prevée que va a ser castigado.
- La jerarquía de la manada no es estable (por manada se entiende tanto otros perros como a las personas). Esto tiene su explicación en la no consistencia del propietario en su relación jerárquica con el animal: es decir, en algunas ocasiones se muestra como dominante y otras como subordinado en un mismo contexto, consiguiendo confundir al perro, que no sabe cómo tiene que comportarse y reacciona al mismo tiempo con posturas de sumisión y dominancia.

La agresividad también se aprende.

Ante determinadas situaciones un perro puede mostrar una conducta agresiva para lograr el control de la situación. Si esa agresividad obtuvo un resultado exitoso esta conducta se verá reforzada y aumenta la probabilidad de que el perro vuelva a comportarse así en situaciones similares en el futuro.
Todas las especies, incluso los perros, toman sus decisiones valorando la relación coste/beneficio:
- Si los costes son mayores que los beneficios, ese comportamiento no aparecerá;
- Si, por el contrario, los beneficios son mayores que los costes, esa conducta sí se producirá.
Cuando un perro, estando en posesión de un recurso que valora, llega a enseñar los dientes, se tira a morder, o incluso llega a morder alguna vez a su propietario o persona desconocida, y éste retrocede, son pocos costes y muchos beneficios, por lo que dicho comportamiento se volverá a repetir. Cuantas más veces se repita este condicionamiento más difícil será controlarlo y modificarlo.

Por ello, es muy importante la actuación del propietario ante este tipo de conductas. Si se permiten, la conducta competitiva del animal se agravará, pero si se toman medidas al respecto para que el perro no actúe así, en la mayoría de los casos no se dará lugar a un problema de agresividad, por lo que es muy importante que se tomen medidas cuanto antes. Es más, si el animal se sale con la suya (tiene éxito controlando un recurso), el propietario estará bajando un peldaño ante el animal, lo que aumentará el riesgo de disputas competitivas en el futuro (El propietario está cediendo ante el perro, por lo que éste entiende que “ha ganado” el enfrentamiento y ha adquirido una posición jerárquica superior).
Nunca olvidemos que el comportamiento es una interacción compleja entre genes y medio ambiente.


TRATAMIENTO
- Es imprescindible que se establezca una correcta jerarquía dentro del grupo humano-animal.
- Es muy importante que se controle el acceso a los recursos valorados por el perro. A partir de ahora nuestro amigo tendrá que "pedir las cosas por favor”, no puede obtener el recurso que valora sin haber realizado antes una actuación a cambio (presentarse ante el dueño, sentarse, calmarse, etc).
- El castigo está contraindicado en el tratamiento de esta conducta. Hay que tener presente que las conductas tensas o impredecibles, como lo es el castigo, pueden exacerbar el problema actual intensificando los comportamientos agresivos. El propietario debe abstenerse de las reprimendas verbales, la fuerza física-pegarle tirones o someter al perro- y así como realizarle al perro comunicaciones agonísticas de intención (gesticular o señalarle con el dedo). “No hay que castigar porque se corre el riesgo de lesión”.
- También veo muy importante que se eviten las situaciones de riesgo. Como ayuda para las sesiones de adiestramiento se puede utilizar el Halty.


Lo que todos debemos saber. Protección de recurso primario de supervivencia

Cuando nuestro cachorro llega a casa con dos meses de edad, que es la edad ideal, puede proteger su comida ya que puede estar predispuesto genéticamente a ello. La protección de recurso primario de supervivencia es una conducta adaptada (sólo lo que hay en los genes produce adaptación), el resto de las conductas de protección de recursos suelen ser aprendidas.

El tratamiento se puede hacer de varias maneras:
1. Hay que enseñarle al perro “quién ha cazado” el recurso. Para ello podemos darle de comer en la mano. De esta forma lograremos hacerle entender que nosotros somos los dueños de la comida: “toma, mira lo que he cazado”. Presentaremos la palma de la mano abierta y mirando hacia arriba, así no intentará proteger la comida. Otra forma de demostrarle que la comida sale de nosotros es abrirle la boca al perro y meterle un trozo de comida, si puede ser grande, mucho mejor.
Para evitar que el perro proteja la comida, también se le puede dar de comer en dos o tres cuencos y en sitios diferentes (el perro tiene que ver que echamos comida en su interior). No deberá comer nunca sin autorización y, para ello, colocaremos el comedero del pienso detrás de nosotros, en el suelo y le pediremos que se siente y espere, cuando lo haga, se le da la orden de comer.

2. También se puede reducir el estímulo que induce las conductas agresivas hasta tal punto que el animal no reaccione. Esto se consigue con el contracondicionamiento, a través del cual buscamos que el perro tenga que hacer una conducta durante nuestro acercamiento que sea incompatible con una respuesta de agresividad, disminuyendo por tanto ésta. Siempre que nos acerquemos, lo haremos para añadir algo de comida al comedero. Tiene que ser comida muy apetitosa para el animal pero que no sea pienso. Estamos habituando al perro a que nuestra presencia mientras come, no es significativa de que le suponga ninguna amenaza (que vaya a ser castigado o se quede sin comer) sino que irá asociada a algo muy bueno.
3. Adiestramiento del animal. Este programa debe incluir una serie de ejercicios de obediencia en la que se tenga un buen control sobre el perro, evitando las situaciones de peligro en un principio. Una vez se ha conseguido esto, debe exponerse al animal a las situaciones conflictivas que desencadenan la agresividad. El propietario debe interrumpir los primeros síntomas de agresividad mediante una orden de bloqueo (comando "NO" o respuesta incompatible): la orden de echado le irá muy bien, ya que esta posición es la mayor manifestación de sometimiento jerárquico en los cánidos. Y, seguidamente, hay que premiar las respuestas no agresivas.


Pronóstico:
Es muy variable y dependerá de los siguientes factores:
- El valor que tenga el recurso para el animal. Cuanto más valor tenga ese recurso más difícil será su corrección (por ejemplo, uno de los más valorados es la comida, es el más difícil de corregir).
- La edad que tenga el animal. No es lo mismo que suceda en un cachorro que en un animal adulto (los adultos son más difíciles de controlar porque ya han fijado los patrones de comportamiento).
- El aprendizaje que ya haya tenido sobre la agresividad y el éxito obtenido con ella. Cuanto más haya aprendido, peor pronóstico.
- La duración del problema. Cuanto más tiempo lleve establecido, peor pronóstico.
- La actitud de los propietarios en el establecimiento de la jerarquía y el control de los recursos y el control que se tenga sobre el animal (si ha recibido un adiestramiento en obediencia el pronóstico es más favorable).


Fuentes: Miguel Ángel Signes Llopis es experto en problemas de comportamiento, modificación de conducta, Asesor y Terapeuta canino certificado por AEPE en el Curso Máster de Etología Canina Avanzada. Técnico en Terapia Asistida con Animales por la Fundación Bocalán. Trabaja en el área de Etología Clínica y de Terapias de la Asociación para el Estudio del Perro y su Entorno de la que es socio. Asociado de la Asociación Española de Terapias Asistidas con Animales y Naturaleza. Curso de Etología Clínica y Bienestar Animal impartido en la UEX. Presidente de la Asociación de Terapias y Actividades Asistidas con Animales de la Safor. Autor de varios artículos sobre terapia asistida con animales.

Comentarios

Sonia ha dicho que…
te pregunto aquí porque he perdido el post donde hablabas sobre ello. Tengo desde hace una semana a bebe de gato. Mi sobrina lo encontró junto a la basura todavía co el cordón umbilical. Era dos, pero uno de ellos no ha sobrevivido. Le estoy dando el biberón y siguiento todas las instruciones/precauciones. Pero aún así creo que le ha entrado algo de leche en los pulmones. Ha sido esta mañana temprano, ahora duerme bien y ha comido dos veces más desde entonces, ha defecado y demás. Pero de vez en cuando estornuda y entreabre la boca como si le costase respirar. ¿debo llevarlo inmediatamente al veterinario? ¿es urgente o preocupante? Estoy muy nerviosa porque es la primera vez que me enfrento a algo así. Tengo dos gatos más en casa, pero los recogí de la calle ya adultos, nunca he tenido un cachorro. Muchas gracias
Las Platerías ha dicho que…
Esperamos que el dicho "más vale tarde que nunca" pueda aplicarse en este caso, aunque me hubiese gustado poder ofrecerte una respuesta mucho antes. Mil perdones.

Tal y como nos explicas, parece que tu gatito ha podido aspirar algo de leche y, a juzgar por los síntomas, parece mostrar un cuadro de NEUMONÍA POR ASPIRACIÓN.
Se trata de un cuadro médico de importancia, por lo que debería ser atendido con prontitud para poder garantizar al máximo su estado de salud.
Sería precisa una exploración general, auscultación cardiopulmonar y quizás la realización de una radiografía torácica.
En función de los resultados se instaurará un tratamiento médico adecuado, junto con recomendaciones de manejo nutricional e higiene para evitar este tipo de situaciones.
Esperamos que, a estas alturas, tu gato se encuentre bien.

Por favor, os volvemos a recordar (aunque pequemos de pesados) que para este tipo de consultas empleeis el mail o el teléfono, porque son consultas médicas de cierta urgencia y a través del blog no podemos contestar con la rapidez necesaria.
Un saludo!

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